Descripción[]

Macho y hembra
Pato esbelto, de largo cuello y cola apuntada. 79-87 cm de envergadura , Longitud 51-66 cm. Como en la mayoría de las anátidas, existe una acusada diferencia entre machos y hembras durante la época nupcial. Así, los machos presentan un color achocolatado en la cabeza, con una fina línea blanca a ambos lados que se une al blanco del cuello y el pecho. La zona dorsal y los flancos muestran una coloración grisácea finamente rayada, en tanto que la popa es negra y el espejuelo verdoso. El pico, negro y bastante alargado, tiene los laterales azules. Pero lo más característico y llamativo es la longitud que alcanzan las dos plumas o rectrices centrales de la cola —de ahí su nombre—, así como las coberteras alares. Las hembras, de tonos parduzcos y moteados, con el espejuelo marrón oscuro bordeado de blanco, se diferencian fácilmente de las de otras anátidas por su forma más esbelta y, sobre todo, por la mayor longitud que adquieren sus rectrices. En plumaje de eclipse, los machos son similares a las hembras, pero con la parte superior de las alas y las escapulares más largas y grises. Los jóvenes, por su parte, se parecen también a las hembras, aunque poseen los laterales de la cabeza más claros y el dorso más oscuro.

Machos con plumaje invernal en la india
Canto[]
El macho emite un silbido agudo, crip-crop, con repeticiones lentas. Durante el cortejo, la hembra produce una suerte de graznido.
Distribución[]

verde: area de cria verde oscuro: presente todo el año azul: área de invernada
Este ánade, de distribución holártica, cría en el norte de Eurasia y en Norteamérica. La subespecie acuta es la que aparece en Europa, donde presenta también núcleos de reproducción aislados en varias regiones del centro y del sur.
En España[]
Cría de forma ocasional en algunos humedales peninsulares, aunque las marismas del Guadalquivir constituyen el único enclave donde se reproduce con cierta regularidad. Durante el periodo invernal llega a nuestro país un contingente no demasiado numeroso, que se reparte sobre todo por las marismas del Guadalquivir, el delta del Ebro, algunas zonas húmedas de la costa levantina, la ría del Eo y determinados humedales del entorno de Doñana y del interior peninsular.
Desplazamientos[]
Ánade netamente migratorio, es un invernante habitual en nuestro país. Los primeros ejemplares comienzan a llegar durante el mes de septiembre, aunque el grueso de los efectivos lo hacen más adelante, entre noviembre y diciembre; el paso primaveral, por su parte, empieza ya a mediados de febrero y se prolonga hasta el mes de abril.
Población[]
La población europea (aproximadamente el 10% de la mundial) se estima en torno a 170.000-340.000 parejas. En España, el contingente reproductor es muy pequeño y marginal, con unas 29-100 parejas; por lo que respecta a las marismas del Guadalquivir, el número fluctúa de unas temporadas a otras, dependiendo de los niveles de agua. Durante la invernada, sin embargo, nuestro país acoge unas 32.000 aves, si bien estas cifras muestran acusadas variaciones de unos años a otros.
Hábitat[]
La especie manifiesta una marcada preferencia por las zonas encharcadas poco profundas. Para criar utiliza pastizales cercanos a masas de agua e incluso charcas estacionales con aguas someras. Durante el invierno se concentra en hábitats costeros o en humedales próximos al litoral.
Alimentación[]
Se trata de un pato preferentemente vegetariano, aunque puede consumir también materia animal, en especial larvas de insectos acuáticos y moluscos. Obtiene su alimento rastreando los fondos fangosos, mientras nada con la cabeza y el cuello sumergidos. Gracias a su largo cuello es capaz de alcanzar zonas más profundas (hasta 30 centímetros) que otros ánades de similares requerimientos alimentarios, lo que puede suponer una ventaja adaptativa sobre estos. También se alimenta en tierra a base de granos de cereal o extrayendo rizomas y tubérculos del suelo.
Reproducción[]
Las parejas de ánade rabudo —que ya han iniciado el cortejo nupcial en sus cuarteles de invernada— llegan a los lugares de cría durante el mes de abril. El nido, que se sitúa siempre en tierra —entre hierba, juncos o junto a algún matorral—, a una distancia variable del agua, es construido por la hembra y consiste en una pequeña depresión delimitada por restos vegetales tapizados por plumón. La puesta suele constar de entre siete y nueve huevos —aunque no resulta infrecuente que el número sea mayor—, de color blancuzco, con un tinte variable de verdoso a grisáceo. Tras 22-24 días de incubación nacen los pollos, capaces de alimentarse por sí mismos a las pocas horas de vida, si bien son atendidos por su madre hasta desarrollarse por completo, lo que ocurre al cabo de 40-45 días.