Hirundíneos

Sanguijuela con vida

Los hirundíneos, llamados también sanguijuelas (Hirundinea) son una clase del filo Annelida (anélidos).

Las sanguijuela han sido y son en algunos lugares animales considerados medicinales y se emplean para curar determinadas enfermedades.

Características

La sanguijuela se trata de un gusano de segmentados de notable uniformidad, aplanados dorso-ventralmente, de 0,5 a 46 cm. de longitud. Presentan metamerización reducida, musculatura muy desarrollada, y están equipados con una ventosa circular, tanto en el extremo anterior como en el posterior del cuerpo. La ventosa anterior suele ser de menor tamaño que la posterior y a menudo rodea la boca.; la ventosa posterior es discoidal, se halla desplazada a la zona ventral y es de mayor tamaño (deriva de 7 segmentos).

Típicamente, este anélido se compone de 33, 34 segmentos; los anillos externos (ánulos – anillos secundarios), que no corresponden a los internos, varíando en su número de una especie a otra. Cada anillo presenta cinco o seis prominencias similares a verrugas o papilas, que hacen las veces de órganos sensoriales y numerosas células glandulares. En el extremo anterior del gusano, se encuentra la cabeza o región cefálica, que contiene: el prostomio reducido; exhibe dorsalmente varios ojos que carecen de parpados; y en su lado ventral anterior se encuentra la ventosa que rodea la boca. Carece de apéndices cefálicos. 

En algunas sanguijuelas, la boca anterior contiene tres placas dentadas con las que el animal perfora la piel de su presa.

Respiración

Las sanguijuelas no presenta un sistema respiratorio, pues, el intercambio gaseoso se realiza por la superficie del cuerpo. Sólo se observan branquias en la familia Piscicolidea, las cuales se evidencian como proyecciones laterales, ramificadas o en forme de hoja, de la pared del cuerpo. La presencia de pigmento respiratorio es exclusivo de -hemoglobina extracelular que trasporta aproximadamente la mitad del oxígeno- las hirudíneas Gnatobdelidas y Faringobdelidas.

Hábitat

La sanguijuela vive en ríos de agua dulce y se alimenta de mamíferos a los que les pueda chupar la sangre.

Alimentación

La sangre se almacena en el buche con hirudina, que es un péptido anticoagulante que la prepara para su descomposición. La sangre se digiere muy lentamente, evitando su fermentación por organismos patógenos, como se explica a continuación: Las sanguijuelas no hematófagas, producen exopeptidasas endógenas intestinales, que rompen las cadenas polímeras de aminoácidos, monómero por monómero, hasta degradar totalmente la molécula de proteína.

La reducción de la proteína, lentamente pero progresando, la inicia por ambos extremos: el extremo amino o el inicio carbóxilo. Así que se supone, que además de digerirlas por la arilamidasa exopeptidasa propia, se ayuda de proteasas procedentes de bacterias simbióticas que habitan su tracto digestivo.

Una vez degradadas las proteínas, las resintetiza en proteínas propias. Esta forma de digerir es única en el reino animal. No sigue la misma secuencia que en los demás animales porque la sanguijuela no secreta endopeptidasas. Las exopeptidasas son muy prominentes en Erpobdella punctata norteamericana.

La digestión exopeptica de la sanguijuela, un avance evolutivo, distingue a estos carnívoros clitelados de los oligoquetos. La deficiencia de enzimas digestivas, y más importante, la deficiencia de vitaminas, por ejemplo el complejo vitamínico B, es compensada por las enzimas y las vitaminas producidas por su microflora intestinal simbiótica. Hirudo medicinalis, mantiene esta relación digestiva simbionte con la bacteria Aeromonas hydrophila, que además se mantiene en cultivo segregando el antibiótico natural penicilina que la protege a ella y a la sanguijuela. Otras especies de sanguijuela no tienen un único simbionte, sino varios.

Distribución

Se encuentran mundialmente en todos los hábitats húmedos o acuáticos, excepto polares y marinos. Las sanguijuelas están protegidas en numerosos países por su disminución, consecuencia de la destrucción de su hábitat y la polución. Al final del siglo XIX, por ejemplo, más de 50 millones de sanguijuelas medicinales poblaban los pantanos y estanques de Francia. Hoy en día esta especie está extinta en estado salvaje. La desecación y polución de humedales, los pesticidas, la introducción de especies exóticas, entre otros, han exterminado esta especie y han convertido en raras a la mayoría de las otras especies.

Reproducción

La sanguijuela no se reproduce asexualmente ni regenera sus partes perdidas. Todos los hirudíneos son hermafroditas del tipo protándrico, carecen de receptáculos seminales independientes, la fecundación es interna y la mayoría posee pene. Casi todas las sanguijuelas tienen ciclos reproductivos anuales o bianuales, con la temporada reproductiva en primavera o verano y la maduración al año siguiente. Las superficies ventrales de las regiones cliterales de la pareja en copula se ponen en contacto, con la región anterior de cada uno dirigida hacia la región posterior del otro. De éste modo, el gonoporo masculino de cada individuo se superpone con el femenino de la pareja. Cada individuo puede introducir su pene en el gonoporo de su contra parte, o solo uno -hermafroditas protándricos- depositando el semen en la vagina, que puede ser también un sitio de almacenamiento. Por lo general, los hirudíneos en cópula se entrelazan y sujetan entre sí por las ventosas anteriores. La inseminación de casi todos los Glosifónidos, Piscicólidos y Erpobdélidos, que carecen de pene, se produce por impregnación hipodérmica.

La ovipisición de la sanguijuela ocurre de dos días a varios meses después de la cópula. En ese momento el clitelio se torna visible y, en casi todos, secreta un capullo que se llena de albúmina nutritiva secretada por ciertas glándulas clitelares. Los huevos fecundados, pequeños y avitelinos, descienden del gonoporo femenino y son depositados en el capullo hasta su maduración. Estos capullos quedan fijos a objetos sumergidos o a la vegetación. Las especies terrestres lo depositan en el suelo húmedo, al igual que ciertas especies acuáticas (Hirudo y Haemopis). Los Glosifónidos incuban sus huevos, los capullos son atípicos, membranosos y quedan fijos a la superficie ventral del progenitor. Durante el desarrollo las sanguijuelas embrionarias emergen del capullo y se fijan directamente a la superficie ventral de aquél.

Uso médico de la sanguijuela

Las sanguijuelas se usan desde hace miles de años para sangrados en sociedades tradicionales, y su uso en medicina moderna está circunscrito a eliminar hinchazones y, sobre todo, a procedimientos para corregir dislocaciones de las extremidades.

Su saliva contiene un número de compuestos que asisten a su alimentación:

• Un anestésico reduce las sensaciones de la víctima, lo que permite que ésta no se percate del ataque e intente liberarse del hirudo.
• Un vasodilatador que produce que las venas cercanas al corte se agranden y proporcionen a la sanguijuela un mejor caudal. Es útil cuando la víctima es un vertebrado pequeño de sangre fría.
• El péptido anticoagulante hirudina.

Estas propiedades son difíciles de conseguir por otros medios y es por eso que los últimos 25 años, se siguen empleando. Ya que las sanguijuelas producen tan poca hirudina que es poco práctico extraérsela, necesariamente debe sintetizarse usando técnicas de recombinación de ADN.

Bdellatomy es la práctica de cortar ligeramente a la sanguijuela para que la sangre del buche se le derrame. Así, pensando que no se ha llenado todavía, continúa succionando en vez de desprenderse. Esta práctica fue publicitada por primera vez en 1868 por el Daily New.