Descripción[]

El chillón es un gorrión grande y corpulento, con la cabeza robusta y el pico muy fuerte. En su plumaje dominan los tonos marrón grisáceos con un profuso listado oscuro en el dorso. Las partes inferiores, por el contrario, son claras y están adornadas con amplias listas de color gris parduzco. En la cabeza destacan tres listas anchas: una clara; otra marrón-grisácea tras el ojo bajo aquella, y, por encima, una parda oscura. Otra lista de color marrón pálido recorre el píleo. Bajo la garganta presenta una mancha amarilla que a menudo permanece oculta o poco visible. En la cola aparecen unas manchas blancas hacia los extremos, que resultan bien visibles en vuelo. No hay diferencias de coloración entre machos y hembras. Los jóvenes son difíciles de distinguir de los adultos, incluso recién volados del nido. Se diferencian de estos por carecer de la mancha amarilla en la garganta. Asimismo, el dibujo de la cara presenta en ellos un aspecto poco definido y su coloración general es más suave.
Canto[]
Sus vocalizaciones son bastante agudas y nerviosas. El reclamo más típico es un tvit corto y rápido, o un tviyuiit que se acelera al final. El canto es un tvii-turr-tvirii.
Distribución[]
Se distribuye de manera fragmentaria por las regiones templadas y cálidas de Europa y Asia y también está presente en el norte de África. En Europa se extiende por la Península Ibérica, Francia, Grecia y Turquía. Las poblaciones europeas y del norte de África, a excepción de las situadas al este de Bulgaria, pertenecen a la subespecie petronia.
En España[]
La especie se reparte bien por toda la Península, salvo en la franja norte y Galicia, donde aparece de manera bastante localizada. En el cuadrante suroccidental es menos común y se la encuentra de forma más fragmentaria. Ocupa también Baleares y Canarias, pero falta en Ceuta y Melilla.
Desplazamientos[]
La mayor parte de las poblaciones europeas es residente, si bien unos pocos ejemplares realizan movimientos cortos, en general inferiores a 200 kilómetros, buscando temperaturas más suaves en invierno.
Población[]
Se estima una población europea de 860.000-1.400.000 parejas reproductoras. La española se calcula en 800.000-1.100.000 parejas, aunque no se conoce con exactitud su tendencia en nuestro territorio; según refleja el programa SACRE para el periodo 1998-2005, parece registrarse una estabilización de sus poblaciones, aunque con fluctuaciones interanuales. En Canarias, sin embargo, el chillón es relativamente escaso y está en retroceso debido sobre todo a la consolidación de otras especies de gorriones con las que compite, como es el caso del gorrión moruno.
Hábitat[]
El gorrión chillón ocupa, principalmente, zonas abiertas con roquedos y terrenos agrícolas, así como ambientes esteparios. También se lo puede encontrar en bosques aclarados, como dehesas, en cuyas inmediaciones existan cantiles rocosos, canteras abandonadas o construcciones rurales deshabitadas, que utiliza para anidar. Alcanza las máximas densidades en ambientes agrarios sin cultivar y las mínimas en bosques densos.
Alimentación[]
Se alimenta, sobre todo, de semillas, que complementa con frutos y bayas en otoño y con invertebrados en primavera. Los jóvenes son cebados fundamentalmente con insectos.
Reproducción[]
Su periodo reproductor comienza en abril y concluye en agosto. El nido se ubica en el hueco de un cantil, una construcción rural, algún talud arenoso o un viejo árbol. Dados sus hábitos trogloditas, a menudo ocupa nidos abandonados de otras especies de aves, como abejarucos, aviones zapadores, pícidos, etc. El nido es una estructura algo desaliñada, parcialmente cerrada y confeccionada con diversos materiales vegetales y plumas, cuya construcción parece recaer solo en la hembra. El tamaño de puesta es de cuatro a siete huevos blancos o verdosos y ligeramente moteados, cuya incubación —que se prolonga durante 11-14 días— es también una tarea exclusiva de la hembra. La alimentación de los pollos, sin embargo, es realizada conjuntamente por ambos progenitores hasta que, tras permanecer algo más de dos semanas en el nido, los jóvenes alcanzan su total desarrollo (no obstante, seguirán dependiendo de los adultos aún durante los siguientes 8 o 10 días). No es infrecuente que se produzcan segundas puestas.